lunes, 31 de diciembre de 2012

Año de oportunidades

Feliz 2013
para todos los lectores
de Sapere aude!
 
 


Tras un "annus horribilis" como éste necesitamos más que nunca creer que un cambio es posible, que podemos constrruir juntos un nuevo discurso, que podemos contarnos el mundo de otra manera.
 
 
 
Como sociedad nada nos hace más falta que la esperanza, saber que hay alternativas y que son posibles y cercanas. 

La red, tejida entre todos de una forma altruista y solidaria, debe servir de metáfora para dar confianza sobre nuestras posibilidades. Tenemos un enorme poder si nos unimos.
 
 
Más imágenes animadas
 
  

El año nos dejó un discurso político inolvidable e impensable hasta hace poco. Quiero quedarme con las palabras sensatas y sencillas de Pepe Mújica (el presidente de Uruguay) en Río+20:
 
 "El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental.

Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana".
 
 






martes, 18 de diciembre de 2012

¡Despierta, ferro!


Al grito de guerra de los almogávares, ¡Despierta, ferro!,  han irrumpido en el salón de actos del  IES Mar de Aragón una representación de la Asociación de Almogávares de Caspe, quienes nos han amenizado con su música y han puesto la nota de color con sus pieles  y vestimentas.

 
Los alumnos de 3º ESO compartían tertulia con el escritor Fernando Lalana sobre Almogávar sin querer, una novela juvenil  que narra las peripecias de Garcés, un joven almogávar, que se enamora de Viola, la hija de un barón castellano. Huyendo de la furia del padre de la chica, que no acepta la relación, el joven Garcés marcha a Sicilia, para reunirse con su padre, guerrero del ejército al mando de Roger de la Flor. Así, Garcés se verá obligado a unirse a las tropas almogávares, que apoyan a Bizancio en su lucha contra el Imperio Turco en Bizancio. 



Todos los años en la programación de lecturas del Departamento de Lengua seleccionamos en 3º ESO para el primer trimestre una obra ambientada en la época medieval que acerque a los alumnos al contexto donde se encuadran las obras literarias que deben estudiar.  En los últimos cursos hemos ido alternando la lectura de Finis mundi, de Laura Gallego y La catedral, de César Mallorquí, con resultados excelentes.  Este curso, Almogávar sin querer, les permite además acercarse a una parte de su historia. 


 
Entre las cuestiones planteadas en torno a la obra, Fernando Lalana destacó el personaje del bibliotecario, personaje inventado entre tantos personajes históricos, que le ha permitido jugar con la “leve frontera que hay entre la realidad y la ficción, lo posible y lo imposible, lo auténtico y lo legendario”.  Introduce un personaje simbólico que le permite ir más allá de la realidad y hablar de los sueños.
 
Fernando Lalana, quien este año  ha obtenido el Cervantes Chico, valora la importancia que supusieron sus primeros premios (“Barco de Vapor”  por El secreto de la arboleda, “ Gran Angular” por El zulo) y sobre todo, el Premio Nacional por Morirás en Chafarinas.

Si la adolescencia es la edad donde toca asumir más decisiones, a nuestro escritor no le cabe duda de que la decisión de ser lector surgirá en este momento en que descubren la verdadera literatura.

Como el bibliotecario de Almogávar sin querer, Lalana asegura que “los mejores libros son los que todavía no se han escrito”.
En todo caso, si optáis  por leer más obras de Fernando Lalana, podéis elegir entre más de cien títulos, del que sin duda es uno de los autores más prolíficos en lengua castellana.
 
 
 

 
 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Homenaje al 27

Nos sumamos al homenaje anual que convoca Toni Solano en la blogosfera recordando a una figura del 27, Vicente Aleixandre, y su Historia del corazón.

En ella abandona el tema cósmico que domina sus libros anteriores y refleja su vivir y, a través del suyo, el vivir de todos los hombres. El poeta se reconoce en el mundo y en la multitud. Veámoslo a través de un fragmento del poema «El poeta canta por todos».


14 de noviembre de 2012: Humor indignado 99%


Un único corazón que te lleva. 
Abdica de tu propio dolor. Distiende tu propio corazón contraído.
Un único corazón te recorre, un único latido sube a tus ojos,
poderosamente invade tu cuerpo, levanta tu pecho, te hace
agitar las manos cuando ahora avanzas.
Y si te yergues un instante, si un instante levantas la voz,
yo sé bien lo que cantas.
Eso que desde todos los oscuros cuerpos casi infinitos se
ha unido y relampagueado,
que a través de cuerpos y almas se liberta de pronto en tu grito,
es la voz de los que te llevan, la voz verdadera y alzada
donde tú puedes escucharte, donde tú, con asombro, te reconoces.
La voz que por tu garganta, desde todos los corazones esparcidos,
se alza limpiamente en el aire.


Vicente Aleixandre, Historia del corazón


 

martes, 4 de diciembre de 2012

El Cantar de Mío Cid como novedad literaria


"Leemos un libro antiguo como si fuera una novedad literaria cuando buscamos en él nuestro reflejo, el reflejo de nuestro mundo, las constantes que se han mantenido a lo largo del tiempo, las coincidencias —que las hay—, entre aquellas personas y nosotros. Unos y otros somos al fin y al cabo seres humanos, y es asombroso comprobar lo poco que hemos cambiado desde los tiempos del Cid, lo mucho que nos parecemos al héroe del Cantar, al hidalgo del Lazarillo o al Sancho Panza del Quijote.
El estudio especializado de la literatura requiere, por supuesto, una lectura arqueológica de los textos. Pero en la escuela, tal y como están las cosas, no tiene sentido leer de esta manera.
En una situación de emergencia como esta, yo leería los libros antiguos como si fueran novedades literarias. Leería el Cantar de Mio Cid, se me ocurre a botepronto, como la historia de Rodrigo, un empleado que trabaja en una empresa de compraventa de suelo (al fin y al cabo, la llamada Reconquista no fue sino una gigantesca expropiación de tierra), y que es acusado falsamente por unos compañeros de trabajo que luego violarán a sus hijas, y relegado en el escalafón por Don Alfonso Cesto, el presidente de la compañía.
O mejor aún: leería el Cantar como si fuera una novela barata de ciencia ficción, en la que Cid se des-tierra literalmente: se ve obligado por una injusticia a abandonar el planeta y a buscarse la vida allende nuestra galaxia. ¿Acaso los moros que aparecen en el Cantar no son los mismos seres insidiosos y deshumanizados que los marcianos de las películas de serie B?
Sí, perdamos el miedo supersticioso a nuestros clásicos como han hecho los británicos con Shakesperare hace mucho tiempo; leamos el Cantar en clase con una versión traducida, mientras vemos una mala película de ciencia-ficción, fijándonos en las coincidencias narrativas o en el semejante tratamiento de los personajes.
Ya habrá tiempo, si conseguimos que esos incipientes lectores se interesen por los libros antiguos, de que los lean no buscándose a sí mismos, sino buscando en ellos a los otros."